Hoy pinté un sueño feliz
en que el viento
se teñía de colores flúor
y olía el aire a jazmín,
y a tierra mojada.
Se oía una dulce melodía
acompañada de pájaros
y pequeñas mariposas,
suaves como algodón de nubes.
Hojas de otoño danzan
en el vaivén de su camino,
un atardecer cálido de campo
y una laguna calma, naranja,
como el cielo sonriente.
Los luceros ansiosos
esperan su turno tardío,
nadie quiere ser horizonte.
Entre el sol ocre e inmenso
se siente su energía
mientras emprende su camino
a descansar de la noche.
Cual ''La viña roja'' de Vincent,
como vino entre amigos,
el anochecer comienza su paso,
leve magia, encanto único.
El degrade señala la aurora,
la cruz del sur, la osa mayor,
vigilan nuestros pasos,
adornan una hermosa velada,
y en tu sonrisa el mundo se paraliza.
1 comentario:
preciosas palabras e insuperable la sonrisa que detiene al mundo¡¡
saludos
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