martes, 25 de enero de 2011

Dormida

Han habido rayos peligrosos desde aquella vez.
Ha muerto gente y aun así, te he amado.
De hecho, las mañanas han cambiado demasiado:
El celular ni me habla y me cuesta horrores levantarme.
Hasta los vecinos no me miran con la misma cara.
  
Me tomaré como trabajo cuidar tu sueño,
besar tus párpados, rescatarte de esas pesadillas
en que los fantasmas desdibujan la paz en tu rostro.
Viéndote acurrucada en mis brazos no dudo
que el mañana va a ser mucho mejor.


El mal no existiría si te vieran dormida. 



miércoles, 19 de enero de 2011

Llover

A tu lado la lluvia duele menos.
Cada gota es un universo de imágenes
proyectadas sobre el cielo gris.
Has sido ese aguaviento agridulce
con el correr de los últimos años.
No he logrado encontrar todavía
mas compañía que la yerba, el mate,
algunas notas musicales, escuchar cantautores
y rayar cientos de dibujos y garabatos  por doquier
para sobrellevar los tiempos de lluvia.
Cada trueno golpea fuerte en el pecho,
dulce estruendo conector directo al dolor.
   
Son buenas ocasiones para enamorarse,
de amar sin reloj mientras el viento
arrastra el agua contra las benditas tejas,
las ventanas y cada sitio en el que el ruido de las gotas
crean la música acorde a cada gusto y situación.
Pensar que tenemos la ciudad para nosotros solos.
Afuera no acechan ni los perros, ni las señoras 
que cruzo a toda hora con sus bolsas de mandados.
   
Te he deseado para siempre días de sol.
Seria un estúpido querer que te llueva
y pases tardes de amor como las que pasábamos.
Claro que los enamorados siempre encuentran
oportuno todo sitio para amarse y renacer.
Es raro imaginarte en esas situaciones
en las que hemos muerto centenares de veces.
Vivo preso a la maldición de encontrar siempre atractivas
mujeres que tienen corazones ocupados.
   
Es una mala costumbre llegar siempre tarde,
vivir escribiendo y no lanzarme a la vida real.
Los pájaros han volado hace rato de acá.
Que estúpido seguir pensando que las cosas cambiarán
por arte de magia, que alguien me ha de venir a rescatar.
Llueven soles mientras estoy durmiendo,
y en las horas en que ando despierto
se inunda la habitación de una oscura y fría soledad.

martes, 18 de enero de 2011

Luna nueva

Has hecho de la carne algo extraordinario.
Brillas aún mas que toda la luz de la tierra.
Son tus partículas, esa nebulosa estelar
que adorna de guirnaldas radiantes estas noches de verano.
   
Fue este el descubrimiento que venias anunciando:
Lograste llenar el vacío, a diario, con sonrisas y paz.
Un haz de luz que brilla y me vigila desde la ventana,
los fantasmas por fin se han ido a bailar por aquellos lugares.
    
Se han extinguido las luciérnagas desde tu ausencia,
hasta las mariposas han cambiado de lugar.
Te has llevado el aroma a flores por las mañanas,
los caramelos deliciosos y sus colores que encontraba en tu sonrisa.
   
No dudo que desde entonces las tormentas han sido mas oscuras.
Deberías perdonarme lo cobarde que me han hecho todos estos años.
No he logrado vencer las manchas oscuras que han dejado las heridas,
el temor al fracaso, a un no, a lo que piensen algunas personas.
      
He dejado casi por completo de caminar bajo estos calurosos aguaceros.
Ya has notado, no logro matar la tristeza que contamina cada cosa que escribo.
Cada lectura es un suspiro al recuerdo de días que pasaron, mejores, soleados.
Cada línea que redacto no expresa mas que el vacío de cantarle a la nada, al olvido.

viernes, 14 de enero de 2011

Soñar mi otoño en tu verano.

Es tu sonrisa la que dibuja esos ojitos chiquitos,
felices en este paisaje, sentada sobre un colchón de hojas
naranjas y ocre en un ventoso otoño de mayo.
  
Estar a tu lado adorna de luces esta paz,
el silencio del mundo, los árboles bailando con el viento.
El canto de la naturaleza te abraza, se hace inmortal en tu ser.
  
Es tu mirada la que se ha robado la primavera.
Es el aura de este ocaso que habita en vos, mi maná,
la música que nace y se hace magia en tu pelo.
  
Se terminarian las guerras si cada ser de este planeta supiera que existis.

lunes, 10 de enero de 2011

Pedazos del ayer

Evoco tras algunas bocanadas
de dulces frutos varios recuerdos,
suave brisa que trae tiempos positivos,
grandes abrazos, algunas miradas, tu risa.
   
Evoco con este vaso bien cargado
los mayores deseos de paz al mundo,
viejos nombres que rompieron esta estatua de piedra,
futuros festejos y anhelos en tu maldito honor.
  
Invoco aquellos calambres insoportables
que reinaron, impune, en infinitas madrugadas.
Y ante tu cordel de acero que me paseaba en medio de la tormenta,
brindo por aquel bello día en que la luz barrió tu imperio.
  
Evoco tu inmortal presencia, aun hoy, acá a mi lado.
Las melodías que me trae pronunciar tu nombre,
el calor de algunos ojos profundos, los viajes por la esencia,
la gente que dejé en el camino, aquellos en peligro de extinción.

martes, 4 de enero de 2011

Eso que no se ve.

Es este el deseo mas verdadero,
el habitar, aún, rara vez en tu risa,
en los luceros de tus ojos fijos,
en el pintalabios desalineado de tu boca 
por algún que otro beso.
  
Es, para esta parte del calendario,
ese elixir soñado por Quin Shi Huang
mi eternidad claramente reflejada en tu esencia
la que hace mas agonizante esta plegaria
que alumbra con mayor fuerza este verano.
  
Es, para estas alturas de la vida,
un suspiro renovador saberte cerca
cuando esta ciclotimia ataca esos lugares
donde entra en cuestiones traumáticas 
el afán de llenar el calendario con tu nombre
sin creer necesitarte en un mañana.