miércoles, 16 de noviembre de 2011

Fue entonces.

Fue en esa etapa
de muertes simultáneas
cuando intenté recrear
algún momento de sol
que derritiera el frío y
borrara las huellas de tus noche.

Fue entonces cuando el alcohol
traía recuerdos nítidos
de aquel temblor en el hotel
de tu pueblo y la helada tras el vidrio
envidiando tanto fuego.

Fue entonces cuando tu huida
me convirtió en un nómade sin brújula ni rumbo,
buscando desesperado aquellas lunas
que el cielo nos regalaba a los dos.

Fue entonces cuando dejé que te vayas,
a pesar de tus intentos por quedarte.
Ese fue mi regalo mas grande:
Entregarte ese doloroso amor eterno
que en una noche como hoy
hace que yo te escriba y vos estés riendo.

Allí entendí que las promesas
que le cantábamos a las estrellas
no entraban en una vida
ni en ninguna cabeza que intente comprender.

2 comentarios:

mati dijo...

me alegro de pasar por aquí, bellos versos, bellos sentimientos..
un besazo

Anónimo dijo...

Ese fue mi regalo mas grande:
Entregarte ese doloroso amor eterno
haciendo que en una noche como hoy
yo te escriba y vos estés riendo.


BUENÌSIMOS VERSOS