miércoles, 13 de abril de 2011

Estigmas.

Destruirás la hoguera,
el júbilo, la calma.
Vestirás de espera el deseo,
el llanto, las risas, el tacto.
Adornarás el cuarto,
el sillón y la heladera,
el viento y sus piruetas
entrando por las hendijas de la persiana.
Reirás mirándote en otros ojos,
cuando al despertarte
el amor llegue en un texto a tu celular.
Maldecirás el estudio, los recuerdos,
el llanto, los graves errores cometidos;
a todo ser del cielo, el infierno y los mares.
Marcarás de garabatos la pasión
y el impacto en otras espaldas,
el deseo, la carne hirviendo.
Seguirás culpándome, quizás,
de tus males, de haberte abandonado.
Habrás jurado olvidarme al precio que sea.
Arderá el paraíso que nos habíamos prometido,
los besos que jamás nos daremos,
el hoy estigmatizado por un ayer que no marchita.
Arderás y arderé, eso no habrá cambiado,
y aun así te habré de amar,
a pesar de estar a veces muerto,
a pesar de todo o de nada.

1 comentario:

Rodolfo Serrano dijo...

Aún así te habré de amar... Siempre