Payadita del adios

Uno se cuestiona
la gran perdida de tiempo
gastado en desnudarse el alma
ante una persona
que hoy te hace dudar
si alguna vez
nos dio aunque sea
un poco de ese tanto
a cambio de nada,
sin condiciones.

Uno se replantea
que quizas no es complicado
cuando hay del otro lado
sentimientos desparejos,
que no sirve consejo
que calmen las dudas,
que sea de ayuda
para este mar de pensamientos.

Gastar el tiempo
perdido en dias grises
no es lo conveniente
si era de dia,
en otros meses
felices como venian
y llego un dia la tormenta
que hoy deja mas dudas que certezas
que confunden la cabeza
y no vale el tiempo transcurrido
si te demuestran lo contrario
y no hay abecedario
que te preste las letras
para decirme con la geta
lo que tenes para decirme,
pensando en estos meses
y en ese amor que me dijiste,
si hoy frente a frente
me demostras todo lo contrario.

Cayando las palabras
algun dia saldran por otra via
cuando ya sea tarde
y no hay vuelta que valga
cuando uno ya esta repuesto
y no hay presupuesto
que se gaste en viejas penas.

Y no se necesita otra persona,
que si yo quiero olvido,
que nunca has aprendido
a conocer como soy por dentro,
aunque sepas algunos acentos
de mis versos desesperados
y esas noches bajo las estrellas
ya sean parte de otro cuento
que no vuelvo a leer ni por muerto,
si ya no merece la pena
darle mas importancia de lo debido,
que tendria que haber cabido
en un vaso de cerveza tu olvido.

Despues de varios vasos
cuando la noche se hace tarde
no hay gaucho al que no te resistas,
y ya te tienen de vista,
pues son tantos los afortunados
que tenes pa saludar a un ejercito de soldados
con los que compartiste mas que palabras
y conocen muy bien, probando tu boca, tu legado.

Con una bebida barata,
como bien merece la pena,
te digo para siempre nunca mas,
que se viene una nueva decada
y hay que andar festejando,
que traera nuevas cosas este año,
y entre ellas, el pisar renovado
la linea que el tiempo separa
de nuevos fantasmas en la cama
y que una amnesia permanente
borre las cosas que no merecen las ganas
repentinamente de este 2009
que por suerte, ya no llueve
y casi es historia.