Bajo estos cielos
alguien te ha esperado
el tiempo que siempre gastas
en buscar lo que duele.
Siguen oxidase las lágrimas
en el lado vacío que dejas en tu cama
y yo, por mi parte, me he vuelto abismo
entre las sombras que consumen el alma.
Volverás un mundo de veces
a recordarme tu lugar en mi vida,
exhalando auroras muertas en cada suspiro.
Se reducirá la inmensidad y las ganas
a una calle, a una foto, a una casa.
Se encienden tantos recuerdos
como luces en este atardecer
en cada sitio nuevo en que me has acompañado
aunque aquí, desde hace eras, nunca estés.